«María fue un regalo, una bendición». Con estas palabras recuerda la gijonesa Aida Diez a su hija, que nació en Lugo en 1962: una época difícil para aquellos que, como María, vinieron al mundo con alguna discapacidad intelectual. «Parecía que era la única que había nacido así, pero los demás niños estaban escondidos», explica Aida, que enseguida comenzó a luchar por la integración de las personas con discapacidad, primero por su hija y, tras su fallecimiento, por el resto del colectivo.

Al volver a Asturias, Aida se volcó en la causa. Primero se integró en la asociación ADEPAS de Oviedo, y posteriormente fue, durante 12 años, presidenta de la Federación de Asociaciones para la Integración de Discapacitados Psíquicos de Asturias (FEAPS).

Por ello estaba ayer en el Acuario de Gijón, donde pudo intercambiar impresiones y experiencias con otros 85 familiares y amigos de discapacitados intelectuales que asistieron a la presentación de ‘El Libro Viajero’, un ejemplar único puesto que llega a Asturias desde Cantabria lleno de historias de familias que comparten sus vidas con personas «especiales», tal y como narraba una de las cartas que contiene. El emotivo relato fue leído por Charo Pérez, miembro de FEAPS Cantabria, al entregar el libro a la delegación asturiana.

Contra los recortes

El proyecto, además de unir a través de sus experiencias a los familiares de personas con discapacidad, «enriquece al resto de las familias», declaró el director de Políticas Sociales del Principado, Enrique Rodríguez Nuño, en la presentación de los actos que reunieron durante buena parte del día a Charo, Aida, Loli y otras muchas personas comprometidas con la integración.

Durante la jornada, los asistentes pudieron visitar el Acuario y disfrutar de una comida. Pero no antes de trabajar en grupo para plasmar sus experiencias en las páginas de ‘El Libro Viajero’, que proseguirá su camino por España viendo cómo sus páginas se llenan de buenos momentos y sirven para que las familias «recuerden el pasado y piensen juntos en el futuro que quieren».

Aida recordaba que las personas con discapacidad tienen «las mismas prioridades que cualquiera: empleo, formación, pensar en el futuro», mientras que Casilda Sabín, gerente de FEAPS Asturias, afirmaba que, aunque se hayan conseguido grandes logros aún queda mucho por hacer y «la excusa económica no puede servir para recortar derechos del colectivo».

Fuente: El Comercio

" });